En 1931 alguien asesinó a Manuel:Cabello en un camino rural de Los Andes..Las autoridades policiales y judiciales del lugar hicieron su trabajo; tratar de encontrar al asesino. No obstante, un mes más tarde, cumplidas todas las diligencias de rigor, la investigación no obtuvo resultado alguno.
Y, me imagino, como el muerto eran un simple «gañán», el juez a 12 de Junio de 1931 decidió, hechas las consultas a la Corte de Apelaciones, sobreseer temporalmente el sumario y archivar el expediente.
El fajo de documentos, que contiene los . detalles de la muerte de-Cabello y de las pesquisas que se ordenaron y ejecutaron, quedó archivado; en algún viejo anaquel del Tercer Juzgado del crimen de Santíago.o.por más de 80 años, bajo. una ruma de antiguos documentos legales:
Hasta que, seguramente como consecuencia de disposiciones legales sobre la materia. fue a parar a la basura; suponemos que eso sucedió y que, por tal razón, un recolector de papeles y cartones lo. puso en venta, junto muchos otros muchos expedientes judiciales muy antiguos: quiso el destino que llegara así a mis manos y <pie el caso se convirtiera en un desafió para mi vocación detectivesco literaria. Tras varios meses de investigación yo logré lo que no pudo dilucidar la policía de Colina hace 80 años.
En las páginas siguientes yo entrego los resultados de mi investigación en la cual debí seguir la pista del principal protagonista de la historia: Manuel Cabello Cabello, asesinado el 10 de Mayo de 1931.
Gracias a ello pude reconstituir parte de la vida de Manuel Cabello, identificar a su verdugo y establecer las motivaciones que éste tuvo para asesinarlo. Los métodos que utilicé en mi trabajo han sido. estrictamente literarios y, probablemente, policías y jueces podrán objetar la validez de esos métodos, pero ninguno de ellos, ni nadie, podrá afirmar que las conclusiones qué yo planteo a continuación son falsas.