En torno al Rapel no hubo sólo un puerto: hubo tres, aunque sólo uno de ellos tuvo existencia legal; paradójicamente este puerto legal fue el único que, no sólo existió muy poco, apenas dos años, sino que, además, casi no dejó huellas de su paso por este mundo. Los tres puertos se diferenciaron, aparte de su mayor o menor longevidad, por la ubicación espacial en la que se encontraron.
Hubo un puerto junto a las márgenes del río que existió desde tiempos remotos, difíciles de precisar. Hubo otro que estuvo ubicado fuera del río, en la costa al norte de la desembocadura.
Y existió, por último, un tercer puerto, en pleno océano; difícilmente lo habríamos descubierto si no hubiéramos contado con la colaboración de la Armada de Chile, especialmente del Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada de Chile y, específicamente, del Departamento de Archivo de esa Dirección. Agradecemos, por el interés y el tiempo que empleó en colaborar-nos en nuestra búsqueda, al Jefe del Departamento de Archivo, don Jorge Cepeda González, así como a su equipo.
Sobre el aporte muy especializado que ellos nos entrega-ron damos cuenta en uno de los capítulos de este libro y para ustedes será sorprendente, como lo fue para nosotros.